BERLINAS DE ALTO RENDIMIENTO
¿Mercedes-Benz Clase C o Mercedes-Benz Clase E? Muchos os hacéis esta pregunta. Difícil elección. Lo que es seguro es que las versiones AMG de ambos vehículos combinan dinamismo con equipamiento de la más alta calidad. Mientras que el Mercedes-AMG C 63 S E PERFORMANCE es más compacto y maniobrable, el Clase E combina rendimiento con eficiencia gracias a una innovadora batería de alto voltaje, que permite una conducción totalmente eléctrica de hasta 101 km. Ambos modelos demuestran cómo AMG aporta un toque extra de deportividad a nuestros vehículos.
APOSTANDO POR LA PROPULSIÓN ELÉCTRICA DESDE 1990
Desde hace décadas, nuestros ingenieros trabajan en la movilidad eléctrica. En mayo de 1990, en el Salón del Automóvil de Hannover, exhibimos el prototipo de un Mercedes-Benz 190 (W 201) convertido a propulsión eléctrica. Como era el vehículo que más se ajustaba a los requisitos de este tipo de movilidad en términos de longitud y peso, se convirtió en el coche de prueba para este tipo de baterías.
80 DECIBELIOS
En situaciones de peligro, los altavoces de nuestros vehículos suenan a 80 decibelios. Es el ruido rosa y así está establecido en el sistema PRE-SAFE® Sound. ¿Por qué? Nuestros investigadores buscan proteger mejor a los ocupantes frente a la presión sonora de un accidente. PRE-SAFE® Sound utiliza el ruido rosa para hacer que un pequeño músculo del oído interno se contraiga y prepare al tímpano para una presión sonora elevada. La seguridad es lo primero, ¡también para los oídos!
15.000 METROS
Nuestra llamada pista de rodaje, en el circuido de Untertürkheim (Stuttgart), está en funcionamiento desde los años cincuenta (aunque al principio era un secreto). En este circuito de 15,5 kilómetros, nuestros ingenieros ponen a prueba nuevos prototipos bajo condiciones extremas. ¿Lo más destacado? Una espectacular curva peraltada de 90 grados y una sección de viento cruzado en la que 16 turbinas pueden generar ráfagas de hasta 100 km/h.
¿CUÁL FUE LA PRIMERA ESTACIÓN DE SERVICIO DE LA HISTORIA?
El 5 de agosto de 1888, Bertha Benz, esposa de Karl Benz, se subió a un vehículo a motor para recorrer 106 kilómetros, el viaje más largo realizado hasta ese momento. Además de este hito, este trayecto supuso el descubrimiento real del mantenimiento que necesitaban los coches. Entre otras cosas, era preciso proporcionar combustible a su motor…
