Mis tareas en Mercedes-Benz son diversas, pero se pueden dividir en tres temáticas estrechamente relacionadas: la sostenibilidad, la innovación y la digitalización. La sostenibilidad fija las metas que queremos alcanzar en la compañía; la innovación desarrolla las tecnologías que nos permiten alcanzarlas y la digitalización nos ayuda a trabajar en ellas con más rapidez y eficacia.
Entre mis tareas principales, figura la de progresar en los objetivos de sostenibilidad de Mercedes-Benz, y eso alcanza a todas las áreas, desde las cadenas de suministro hasta la producción, la logística, las motorizaciones y el reciclaje. Necesitamos saber lo que ocurre en cada una para poder dar respuesta a nuestros clientes.
Gracias a nuestra estrategia Design for Environment, hemos alcanzado ese progreso con nuestro nuevo CLA. ¿Un ejemplo rápido? Cerca del 40% de todo el aluminio que compone un CLA se produce con energías renovables, y sus 232 piezas de plástico están fabricadas de forma sostenible con un contenido de plástico reciclado en torno al 50% (más información).
Pero, sin duda, la principal aplicación de esta estrategia es nuestra nueva planta de reciclaje de baterías en Kuppenheim. Allí ya estamos preparados para un futuro no muy lejano, donde podremos reutilizar las baterías del CLA eléctrico en el propio coche para, después, darles una segunda vida con otro propósito hasta que llegue el momento de reciclarlas definitivamente.
LA INNOVACIÓN VISTA COMO DESAFÍO
En los últimos años hemos progresado enormemente. Nuestro gemelo digital es mi ejemplo favorito de la combinación entre la innovación y la digitalización. Esta tecnología nos permite desarrollar y probar vehículos en un entorno completamente virtual, sin necesidad de construir carísimos prototipos cada vez. Esto no sólo ahorra tiempo y recursos, también favorece que los posibles problemas surjan antes y, así, podamos resolverlos más rápidamente.
En mi labor como Responsable del Grupo de Investigación y Sostenibilidad, para mí es especialmente importante desafiar lo establecido. Solo así puedo encontrar nuevas oportunidades y posibilidades, y hacerlas realidad en nuestros productos con nuevas innovaciones.
Con nuestro nuevo CLA, hicimos algo que rompe todos los esquemas: en lugar de instalar una batería más grande y pesada, optimizamos hasta el último aspecto de nuestra tecnología EQ de propulsión eléctrica para implementarla en un coche mucho más ligero y aerodinámico que su predecesor. ¿El resultado? Una autonomía WLTP de hasta 790 km y unos consumos entre 12,3 y 14,1 kWh/100 km para el CLA 250+. Hasta ahora, nadie había conseguido nada parecido con una arquitectura de 800 voltios. El CLA puede recuperar hasta 325 km de autonomía en apenas 10 minutos.
Para mí, Mercedes-Benz es mucho más que una marca. Desde hace décadas representa valores como la perfección, la seguridad y la responsabilidad. Mi objetivo es preservar estos mismos valores para el futuro en todo lo que tiene que ver con la innovación y la sostenibilidad. Así, el día de mañana, cuando nuestros clientes piensen en innovación y sostenibilidad, las asociarán al instante con Mercedes-Benz, y con modelos como el nuevo CLA. Y no porque lo digamos en nuestra publicidad, sino porque están arraigadas en nuestro ADN.
