Ha vuelto. Y clama revancha. La nueva edición del Mercedes-AMG SL marca el comienzo de una nueva era para una enseña icónica, sinónimo de deportividad y rendimiento. Más potente, lujosa y atractiva que nunca, pero sin perder su carácter pionero y unas raíces profundamente ancladas en el origen de la leyenda Mercedes-Benz. ¿Su nuevo lema? “La estrella ha renacido”.
Echemos la vista atrás: el legendario “alas de gaviota” debutó en los circuitos durante las 24 Horas de Le Mans de 1952 (donde se alzó con un triunfo que repetiría en la Panamericana de ese mismo año). En 1954 salió al mercado y volvió a hacer historia. Hoy en día, ese mismo modelo, el 300 SL Gullwing, alcanza precios de venta que superan el millón de euros. Algunos consideran que es el automóvil deportivo más icónico del siglo XX, sobre todo porque ningún otro ha logrado reflejar su época con tanta pasión.
Hoy, el impresionante Mercedes-AMG SL combina referencias históricas y detalles de alta tecnología que refuerzan el vínculo con los primeros modelos de la marca y enfatizan una naturaleza orientada al futuro. Bajo el capó esconde un motor AMG V8 biturbo de 4.0 litros y 585 caballos que, por primera vez en su historia, tiene tracción total. El tope de gama, el modelo SL 63 4MATIC+, alcanza los 100 km/h en 3,6 segundos y una velocidad máxima de 315 km/h, con unas impresionantes llantas de aleación ligera AMG de 20 pulgadas y 5 radios gemelos. Tal y como explica el director de Diseño de Mercedes-Benz Group AG, Gorden Wagener, “su apariencia exterior armoniza perfectamente la belleza sensual con un diseño llamativo a base de líneas claras y elementos muy efectistas como la parrilla del radiador específica de AMG”.
El nivel no decae en el interior, que exhibe una geometría analógica, acabados premium en cuero y un equipamiento digital de última generación que incluye altavoces Burmester y sistema de navegación con funciones de realidad aumentada. El resultado está claro: realmente, puedes sentir el modelo SL en este nuevo diseño. Porque eso es exactamente lo que representa el nuevo Mercedes-AMG SL: un icono deportivo del siglo XX y, ahora, del XXI.