Año 1972. En términos de confort de conducción, prestigio, calidad y seguridad, la serie 116 difícilmente tenía competencia. Diseñada por el legendario Friedrich Geiger, aportó innumerables innovaciones técnicas y de seguridad activa y pasiva (el depósito de combustible protegido contra colisiones, el volante de seguridad de cuatro radios, la disposición horizontal de las luces…), consagrándose durante muchos años como el gran referente en el sector automovilístico premium.
El primer modelo, el 280 S (con un motor de seis cilindros y 160 CV), fue seguido del 280 SE (motor de inyección de combustible con 185 CV), el 350 SE (V8 y 200 CV) y del 450 SE (V8 y 225 CV). Todos ellos también contaron con sus respectivas versiones largas (280 SEL/ 350 SEL/450 SEL). El 300 SD (1978, 111 CV), que en ese momento solo estaba disponible en Canadá y Estados Unidos, introdujo el primer motor turbodiésel en el segmento de las berlinas de lujo. También en 1978 se incorporó en la Clase S el sistema de frenos antibloqueo (ABS), que mantenía la dirección activa durante el frenado de emergencia.
La serie alcanzó su punto culminante con el 450 SEL 6.9 (V8, 286 CV, de 0 a 100 en 7,4 segundos, velocidad máxima de 225 km/h). Un modelo del que se fabricaron 7.380 unidades entre 1975 y 1979 y que contó entre sus propietarios más ilustres con actores de Hollywood, directores de orquesta, futbolistas… De hecho, era habitual verlo en pantalla, protagonizando escenas en películas de James Bond (Solo para tus ojos, 1981) y en series de televisión de culto como Dallas y Derrick. En total, se produjeron 473.035 Clase S 116 hasta 1980. Muchos se pueden ver aún hoy circulando por carreteras de todo el mundo, lo que sin duda supone el mayor testimonio de su longevidad y calidad.