El primero de su clase: Mercedes-Simplex 40 PS
Agarrando firmemente el volante y desde una posición ligeramente elevada. Así conducían los pilotos el Mercedes-Simplex 40 PS por las polvorientas carreteras en los primeros tiempos del automovilismo. Entre 1903 y 1905, este vehículo participó en la Niza Race Week e impresionó a la alta sociedad.
Motor: 4 cilindros en línea I Cilindrada: 6.785 cc I Potencia: 29 kW a 1.050 rpm I Velocidad máxima: 75 km/h
La estrella de las carreras: el 300 SL
Con sus puertas de ala de gaviota, su llamativa estrella en la parrilla del radiador y sus asientos con tapicería de cuadros, el Mercedes-Benz 300 SL sorprendió a todos en 1952 con sus espectaculares victorias dobles en Le Mans y en la Carrera Panamericana de México. Había nacido la leyenda del SL.
Motor: 6 cilindros en línea I Cilindrada: 2.996 cc I Potencia: 125 kW a 5.200 rpm I Velocidad máxima: 240 km/h
El cohete de Angio: W 196 R Streamline
Es como si una corriente de aire hubiera modelado el exterior curvilíneo del Mercedes-Benz W 196 R Streamline, también conocido como Flecha de Plata, que, incluso estacionado, tenía un aspecto dinámico. Con el piloto Juan Manuel Fangio a su volante el Mercedes-Benz W 196 ganó el Campeonato del Mundo de Fórmula 1 en 1954 y 1955.
Motor: 8 cilindros en línea I Cilindrada: 2.497 cc I Potencia: hasta 213 kW a 8.500 rpm I Velocidad máxima: 300 km/h
El regreso de las Flechas de Plata: Sauber-Mercedes C 9
El aspecto del Sauber-Mercedes C 9, deportivo de carreras del Grupo C, recuerda al Flechas de Plata. Está cuidadosamente diseñado en términos de aerodinámica. En 1989, se llevó la doble victoria en las 24 Horas de Le Mans y el título de pilotos en el Campeonato Mundial de Coches Deportivos con Jean-Louis Schlesser.
Motor: V8 I Cilindrada: 4,973 cc I Potencia: hasta 530 kW a 7.000 rpm I Velocidad máxima: 400 km/h