Alexander Mankowsky, futurólogo de Mercedes-Benz, y Danny Shapiro, vicepresidente de NVIDIA Automotive, hablan sobre empatía y tecnología en tiempos de innovación y cambio social. Ambos trabajan en el campo de las tecnologías del futuro. Por sus profesiones, viven y piensan en el futuro, anticipándose a las tendencias y a la conducción autónoma.
SHAPIRO: Fui de los primeros en EE.UU. en tener un Clase B totalmente eléctrico. Aúna la calidad y la estética que caracterizan a Mercedes-Benz con la tecnología eléctrica más avanzada. ¿Lo más fascinante de mi trabajo? Fusionar diferentes dinámicas y tecnologías para construir un producto mejor.
MANKOWSKY: En una empresa como Mercedes-Benz, hay que ser un visionario pragmático. No tiene sentido concebir fantasías futuristas que se desbaratan porque no se pueden llevar a la práctica.
Sr. Shapiro, ¿cómo ve el equilibrio entre lo analógico y lo digital?
Lo digital ha crecido, permitiendo que los productos y las experiencias de los usuarios sean cada vez mejores. A partir de 2024, los software y hardware de NVIDIA y Mercedes-Benz harán que los coches sean más seguros.
Sr. Mankowsky, usted ha trabajado en un proyecto sobre conducción autónoma y empatía. ¿Cómo se relacionan estos dos temas?
En colaboración con neurocientíficos, descubrimos que nuestra percepción funciona con empatía. Pero un coche robot no está ‘vivo’, no tiene intenciones, por lo que es muy probable que nuestro mecanismo de predicción falle. ¿Cómo nos comunicamos sin lenguaje? Colocamos cámaras en la cabeza de los caballos y aprendimos que estaban en constante comunicación entre ellos y con nosotros. Wethen aplicó este aprendizaje a los coches autónomos: uno de los aspectos principales es que tienen que comunicar sus intenciones. Deben mostrar que están en modo automático.
¿Qué papel desempeña la seguridad en los futuros coches de conducción autónoma?
SHAPIRO: Es nuestra prioridad. Nuestro objetivo es entrenar a un coche para que conduzca mejor que nosotros. Muchos algoritmos y redes neuronales profundas funcionan dentro del vehículo, detectando todo, desde los carriles, las señales y las luces hasta otros usuarios de la carretera. Con este proceso construimos un gemelo digital del mundo real y en todo momento el coche conoce lo que hay alrededor, ya sea en movimiento o estático. Los coches autónomos serán empáticos con el mundo y la situación que los rodea. Procederán con precaución y de forma previsible. Hemos desarrollado un sistema de seguridad llamado Safety Force Field para evitar situaciones inseguras.
MANKOWSKY: Aún nos falta un modelo y una teoría de la cooperación entre la percepción humana y las máquinas.
SHAPIRO: La capacidad de comunicación no es un requisito absoluto para los vehículos autónomos, pero es una gran ventaja cuando podemos tener comunicación de vehículo a vehículo o de vehículo a infraestructura. Parte del problema actual es que hay mil millones de coches que no tienen esta capacidad.
Mankowsky y Shapiro confían en el poder de la tecnología como fuerza motriz siempre que sea lo suficientemente flexible como para adaptarse al engranaje social.
