California es mucho más que Hollywood, playas de ensueño y kilométricas carreteras… El Estado Dorado tiene mucho que ofrecer y vamos en su búsqueda al volante de un Mercedes-Benz EQS 450+. Nos dirigimos hacia el noreste de California, a través del paisaje desértico que rodea el Parque Nacional Joshua Tree, un destino muy concurrido y exclusivo para los que quieren huir de la gran ciudad durante el fin de semana o bien tienen aquí una segunda residencia (celebrities o gente con un muy alto poder adquisitivo). Pero también el famoso festival de música Coachella y el Master de Indian Wells, uno de los más grandes torneos de tenis del mundo, atraen anualmente a cientos de miles de visitantes.
El interior de nuestro coche se mimetiza con los colores naturales del terreno exterior. Pasamos Yucca Valley y dejamos la carretera principal. Activamos el quinto modo de conducción del EQS SUV (off road) para terrenos más abruptos, y la altura del vehículo se eleva 25 centímetros y la suspensión neumática ofrece el máximo confort. Conducir con el EQS SUV por esta zona no supone ningún problema, además de contar con 660 kilómetros de autonomía, toda la región dispone de suficientes cargadores.
UNA CASA DISEÑADA COMO UNA OBRA DE ARTE
Nuestro destino es la residencia Kellogg Doolittle, uno de los edificios más extraordinarios de California. Fue diseñada a finales de los 80 por Kendrick Bangs Kellogg para la artista Bev Doolittle y su marido Jay. Allí nos encontramos con su propietario Scott Leonard y con John Vugrin, el interiorista que lleva casi treinta años mejorando y perfeccionando esta casa.
Está escondida tras un recodo de la carretera, justo a la entrada del Parque Nacional Joshua Tree, enclavada sobre una gigantesca roca. Basta echar un vistazo para darse cuenta de que no es una casa tradicional. Se asienta sobre 26 pilares independientes de hormigón que se solapan parcialmente para formar un tejado acanalado. Los pilares están conectados únicamente por paneles de cristal que crean un juego de luces único en su interior y al anochecer, muestran las estrellas. Vista desde el cielo, la silueta del edificio se asemeja al esqueleto de un animal dormido. Todos los muebles de la casa son piezas únicas hechas a medida por John Vugrin.
CONEXIONES EXTRAORDINARIAS
Los Doolittles querían una casa diferente y en Ken Kellogg y John Vugrin encontraron al dúo que entendía esta visión y podía convertirla en una obra maestra. Para ellos, el terreno rocoso e intransitable no era una limitación, sino una parte esencial de la construcción. En esta vivienda, todos los espacios están interconectados, pero su distribución en cinco niveles crea islas de calma e intimidad. Aunque abunda el hormigón y la piedra, la casa es sorprendentemente cálida. ¿El secreto? La mezcla de materiales naturales y la inmensa experiencia de John Vugrin.
John Vugrin trabajó en la Casa Kellogg Doolittle durante unos veinte años, hasta que la pareja la vendió en 2014 y pensó que nunca volvería a trabajar en su musa. Pero hace dos años, su nuevo propietario se puso en contacto con él. Scott Leonard no tardó en darse cuenta de que este lugar era inseparable de su maestro artesano y que no podría completarse sin él. En los próximos dos años se crearán más muebles para el dormitorio y el bar y se construirá una piscina. Scott Leonard pretende hacer más accesible este extraordinario lugar, por ejemplo, organizando visitas para estudiantes de arquitectura o eventos exclusivos.
LUJO SUTIL EN COMÚN
Antes de regresar a Los Ángeles, John Vugrin elogia el interior del EQS SUV maravillado por su sensación de espacio. Varios elementos contribuyen a ello como el techo panorámico (que deja pasar mucha luz) o la consola central (integra la gran pantalla Hyperscreen) que aporta elegancia al vehículo y ofrece espacio de almacenamiento adicional. Además, la iluminación ambiental le confiere un aire de nave espacial de lujo. Un lugar extraordinario e inspirador, como nuestros anfitriones en este viaje, personas que han superado sus límites físicos e intelectuales para proyectarse más allá del horizonte. Mucho más.
